exposición
Los juegos perdidos 1964-1992: retrospectiva de Eva García
14 de mayo - 31 de mayo, 1992
Tapa del folleto de la exposición "Los juegos perdidos 1964-1992: retrospectiva de Eva García"
Interior del folleto de la exposición "Los juegos perdidos 1964-1992: retrospectiva de Eva García"
Contratapa del folleto de la exposición "Los juegos perdidos 1964-1992: retrospectiva de Eva García"
Cobertura de prensa. "Eva García", El Economista, Buenos Aires, 5 de junio de 1992
Cobertura de prensa. Hernán Ameijeiras, "La pintora Eva García dice que lo peor del arte actual son los marchands y la publicidad", La Maga, Buenos Aires, 27 de mayo de 1992
ABIERTAS CLAVES DE UN IDIOMA SECRETO
En Christel. K (Arenales 1213), la serie de pinturas y "mandrágoras" (la planta utilizada desde la antigüedad como narcótico) de Eva García, en una exposición que se ha visto merecidamente respondida por el éxito, ya que casi todas las obras han sido, oh maravilla, adquiridas. Las últimas están formadas por elementos heterogéneos, que otros menos perceptivos descartan, de formas curiosas y de no poco encanto: cables de luz, placas radiográficas, caños de plástico, tiras de papel. A través de su taumaturgia personal, la artista las convierte en prodigios visuales, tiernos, asombrosos, y en hechos estéticos de validez total. Hay también más de diez pinturas, de concepción muy original y no menos llamativa concreción, y se advierte cuánto significa la línea, en su expresividad, para ella. Una creadora en toda la acepción del término, alguien original sin estridencias, y no falta la magia de los espejos, transformados en paisajes del alma, con su sereno influjo, como de luna llena, eclipsándose lentamente dentro de sí misma.
CÉSAR MAGRINI
"EL CRONISTA COMERCIAL" 23-12-87
Texto del folleto de la exposición Los juegos perdidos 1964-1992: retrospectiva de Eva García.
En Christel. K (Arenales 1213), la serie de pinturas y "mandrágoras" (la planta utilizada desde la antigüedad como narcótico) de Eva García, en una exposición que se ha visto merecidamente respondida por el éxito, ya que casi todas las obras han sido, oh maravilla, adquiridas. Las últimas están formadas por elementos heterogéneos, que otros menos perceptivos descartan, de formas curiosas y de no poco encanto: cables de luz, placas radiográficas, caños de plástico, tiras de papel. A través de su taumaturgia personal, la artista las convierte en prodigios visuales, tiernos, asombrosos, y en hechos estéticos de validez total. Hay también más de diez pinturas, de concepción muy original y no menos llamativa concreción, y se advierte cuánto significa la línea, en su expresividad, para ella. Una creadora en toda la acepción del término, alguien original sin estridencias, y no falta la magia de los espejos, transformados en paisajes del alma, con su sereno influjo, como de luna llena, eclipsándose lentamente dentro de sí misma.
CÉSAR MAGRINI
"EL CRONISTA COMERCIAL" 23-12-87
Texto del folleto de la exposición Los juegos perdidos 1964-1992: retrospectiva de Eva García.