exhibition

Sameer Makarius: dibujos 1963-1987 de la serie de los "Años Negros"

10 de marzo - 29 de marzo, 1987

AÑOS NEGROS

La segunda guerra mundial la viví en Hungría.
Llegué en 1940 a Budapest, tenía entonces dieciséis años y veintidós cuando la abandoné en 1946. Toda la pesadilla de la guerra la sufrí en esta ciudad.
Durante el régimen títere del artero y traidor Szálasi, en una Hungría ocupada por los alemanes, se diezmaba y oprimía a la población y con especial saña a los opositores, los judíos y los gitanos.
Las huestes de Szálasi, como perversos criminales que eran, robaban, extorsionaban y asesinaban a sus compatriotas sin el menor escrúpulo y en el mejor -o peor- estilo nazi, igualando a sus maestros en prepotencia, arbitrariedad e infame crueldad.
Como si esto fuera poco, miles de aviones "Liberator" norteamericanos bombardeaban noche tras noche a Budapest y otras ciudades causando estragos entre la población civil en estas verdaderas orgías de muerte y destrucción.
Finalmente los soldados soviéticos cercaron a las tropas alemanas y en un sitio de un interminable mes con bombardeos de aviones y artillería seguidos de una lucha casa por casa lograron liberar a la ciudad -o lo que quedaba de ella- y a sus habitantes.
La guerra había terminado, pero no las secuelas que no fueron aún totalmente superadas en lo destruido materialmente y nunca serán superadas en la quiebra psicológica, espiritual y moral de los sobrevivientes.
Sabemos que hace más de cuarenta años terminó la segunda guerra mundial, pero no así las guerras.
Desde entonces hemos tenido más de ciento cincuenta guerras -declaradas o no- con veinte millones de víctimas fatales y cien millones de personas heridas y físicamente disminuidas.
Cientos de millones de seres quedaron con un trauma psicológico incurable, cientos de millones de hogares fueron destrozados físicamente y espiritualmente.
Como si no sobrara la miseria económica y humana en un mundo socialmente imperfecto e injusto se le agrega el desastre de la guerra.
Muy costosa para realizar y luego remediar e inútil para todos salvo algunos cuervos y caranchos que viven y engordan sobre los cadáveres, pero finalmente mueren por más que se la falsifique, no olvida ni perdona a los culpables y la verdad se hace patente tarde o temprano.
Mis dibujos realizados desde 1963 hasta la fecha de los "Años Negros" son mis gritos de protesta y dolor contra la insensibilidad, agresividad e irracionalidad del ser humano, que según parece, tiene que matar hasta cansarse y saciarse de la sangre y el sufrimiento de sus semejantes, en un punto o el otro del globo, desde y para siempre.
Tristemente, no somos una excepción.

SAMEER MAKARIUS

Texto del folleto de la exposición Sameer Makarius: dibujos 1963-1987 de la serie de los "Años Negros"
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