exposición
Roberto Mattiello
2 de octubre - 16 de octubre, 1961
Tapa del catálogo de la exposición "Roberto Mattiello"
ROBERTO MATTIELLO
Entre los artistas más inquietos que en este momento trabaja en Buenos Aires, es deber del crítico despierto prestar atención a la labor de Roberto Mattiello. Sus investigaciones coronadas ya por más de un hallazgo pertenecen al campo del Informalismo, esa nueva estructura mental que ha invadido con su expresión vigorosa el campo de las Artes Visuales. Hay quienes buscan ubicarse frente al Informalismo acomodando sus juicios y sus explicaciones sin haber previamente modificado el propio ser; esta actitud bordea el ridículo, es postiza y huele a disfraz. Algo distinto es el caso de quienes enfrentados con una expresión informalista sienten modificada la propia estructura interior, reconociendo en lo más íntimo de su ser la vigencia de mundos adormecidos prontos a la actualización. Esto es lícito.
Inútil pues, frente a la obra de Mattiello la indiferencia o el disfraz; el observador emprenderá la aventura quemando las viejas naves, despojándose de todo lo que implique esa estructura que por vetusta debe perecer, a Dios gracias, y así despojado revestirá su alma de novedad, de limpieza de vida.
La vida es el signo crucial de la obra de Mattiello, de ahí sus imperfecciones, sus sorpresas, sus dolores.
La vida es la antítesis de la comodidad; quien busque acomodarse, vuelva pues a otros fabricantes de objetos bonitos donde encontrará la pacífica sepultura que añora.
RAFAEL SQUIRRU
Director del Museo de Arte Moderno
Texto del catálogo de la exposición Roberto Mattiello.
Entre los artistas más inquietos que en este momento trabaja en Buenos Aires, es deber del crítico despierto prestar atención a la labor de Roberto Mattiello. Sus investigaciones coronadas ya por más de un hallazgo pertenecen al campo del Informalismo, esa nueva estructura mental que ha invadido con su expresión vigorosa el campo de las Artes Visuales. Hay quienes buscan ubicarse frente al Informalismo acomodando sus juicios y sus explicaciones sin haber previamente modificado el propio ser; esta actitud bordea el ridículo, es postiza y huele a disfraz. Algo distinto es el caso de quienes enfrentados con una expresión informalista sienten modificada la propia estructura interior, reconociendo en lo más íntimo de su ser la vigencia de mundos adormecidos prontos a la actualización. Esto es lícito.
Inútil pues, frente a la obra de Mattiello la indiferencia o el disfraz; el observador emprenderá la aventura quemando las viejas naves, despojándose de todo lo que implique esa estructura que por vetusta debe perecer, a Dios gracias, y así despojado revestirá su alma de novedad, de limpieza de vida.
La vida es el signo crucial de la obra de Mattiello, de ahí sus imperfecciones, sus sorpresas, sus dolores.
La vida es la antítesis de la comodidad; quien busque acomodarse, vuelva pues a otros fabricantes de objetos bonitos donde encontrará la pacífica sepultura que añora.
RAFAEL SQUIRRU
Director del Museo de Arte Moderno
Texto del catálogo de la exposición Roberto Mattiello.