Informalismo Argentino
El informalismo: La gran ruptura
(...) Con el informalismo la espontaneidad venía a reemplazar a la reflexión: había deudas: Dadá y el surrealismo, más por sus teorías que por sus obras se evidencian. Pero los artistas informalistas no se limitaron al automatismo ni al grafismo ausente de todo control de la conciencia, técnicas surrealistas que pueden asimilarse a las informales, ni a los procedimientos dadaístas del collage o los Merzbilder de Schwiters; también fue su intención la ruptura con los problemas plásticos. Esta tuvo características originales, no se trató de proclamar el anti-arte, reeditando la posición Dadá, sino de explorar un nuevo camino, el del art-autre, según la acertada definición de Michel Tapié. Más claramente, si ser dadaísta era "gritar lo contrario de lo que el otro afirma" ser informalista era ignorar lo que el otro afirma, para crear a partir de un estado primario sin voluntad de estructuración formal. Esto no significa el abandono de la forma como articulación del espacio pictórico, como se ha supuesto, sino la intencionalidad del concepto de forma como posibilidad de una máxima libertad de recepciones. Exactamente, rechazo de la intención unívoca de la comunicación estética, para convertir la obra informal en un campo de múltiples conclusiones. (...)
(...) el informalismo (término con el que unificamos diversas tendencias: "abstracción lírica", "tachismo”, "action painting”, etc.) es, ante todo, el primer paso del arte al dotar al espectador de una nueva posibilidad de participación. Se intenta asegurar, para el receptor, la libertad de determinar, casi sin limitaciones, las posibles lecturas del campo pictórico abierto lo imprevisto y ambiguo. De aquí, que este movimiento, más que por la ruptura con los procedimientos estéticos anteriores, adquiera validez al atacar la imagen absoluta y unitaria de la obra de arte, para abrir el campo a la indeterminación de la discontinuidad del proceso de comunicación. Si en una pintura representativa -paisaje, retrato, etc.- se tiene una imagen de significado unívoco y una determinada información, ante una tela que ha sufrido el chorreado de la pintura de manera que la configuración resulte intencionalmente desordenada, se tendrá un campo ambiguo con numerosos puntos de referencia y múltiples indicaciones de configuraciones, cuya percepción involucrará las tendencias inconscientes del receptor. Aquí la imagen ha perdido su sentido unívoco; la configuración es extremadamente libre y por lo tanto la información es mucho mayor, ya que el receptor tiene posibilidad de establecer todas las sugerencias de los elementos distribuidos sin orden aparente y la facultad de intencionar todas las ambigüedades en el plano de la relación comunicativa. (...)
Extracto del texto de Jorge López Anaya
para la exposición Galería Fausto, EI Informalismo, 1969
Texto del folleto de la exposición Informalismo Argentino.