exposición

Afiche cultural polaco

2 de mayo - 9 de junio, 1991

afiche cultural polaco 

El afiche polaco se destaca por su dinamismo, colorido, contenido original presentado de manera sintética, y por las formas de utilizar la metáfora. Ha venido ocupando en las artes plásticas una posición especialmente destacada, que rebasa en mucho el carácter puramente utilitario de esta disciplina. La crítica considera que forma parte de la vanguardia mundial, al lado del afiche japonés y del afiche suizo. 
Los artistas plásticos se esfuerzan por seguir desarrollando esa vieja forma de publicidad y propaganda, en una época en que es muy difícil competir con la televisión y la radio. 
Los principios de la escuela polaca del afiche aparecen ya en los años 1890-1905, en los atelier de los grandes pintores polacos. Podemos mencionar a Stanislaw Wyspianski, Jozef Mehoffer, Teodor Axentowicz y Wojciech Weis. El afiche polaco de entonces recogía también las influencias de las corrientes artísticas que habían germinado a raíz de la revolución causada en la plástica por el cubismo. Los principios programáticos de la vanguardia artística eran seguidos a través de sus carteles por Henryk Berlewi (1894-1968), proyectados solamente con elementos tipográficos, y la muy variada creación de Mieczyslaw Szczuka (1898-1927), cuyos fotomontajes en forma de hojas volantes, saturados de un contenido político radical, constituyen uno de los logros más preciados de ese período. La individualidad más fuerte y que logró imprimir su sello en las artes gráficas del período de entreguerras fue la de T. Gronowski, cuyo afiche titulado "Radion lava solo" -hecho por encargo del consorcio Schicht, en 1925- es considerado como sinónimo de la publicidad moderna y se halla reproducido en la Gran Enciclopedia de Brockhaus (1933). Después de la 2da. Guerra Mundial y hasta el presente, los artistas gráficos polacos han obtenido numerosos premios en las más celebradas muestras internacionales, entre otros, Eryk Pilinski, Tadeusz Trepkowski, Roman Cieslewicz, Wojciech Zamecznik, Waldemar Swierzy, Henryk Tomaszewski, Jan Lenica.
Precisamente en base al afiche cinematográfico pudieron observarse un mayor número de soluciones innovadoras. Llegó a convertirse en plataforma de un gran experimento. El mecenazgo del comitente consistía no sólo en dejar a los artistas en plena libertad de elección de los medios informativos, sino en servirles abiertamente de inspiración para emprender cada vez más audaces ideas. En cuanto al afiche teatral, se dio a conocer por sus realizaciones sumamente significativas tan solo en la segunda mitad de la década de los cincuenta, cuando Jan Lenica comenzó a proyectar para los teatros varsovianos sus característicos y dramáticos trabajos. La fuerza del afiche teatral polaco reside en su nivel artístico sumamente elevado. El extenso alcance de los medios informativos, como la radio, la televisión o la prensa, descargó en cierto modo a los artistas de tener que tratar al afiche como fuente de información básica: es, en cierto modo, un elemento del espectáculo, una partícula del mismo llevada de los muros del teatro a la calle, que no sólo anuncia, sino que comenta igualmente la obra escénica. Con lenguaje adecuado, transmite al arte plástico las reflexiones del autor. De ahí la subjetividad de la visión plástica, que en no pocos casos interpreta de modo plenamente libre el carácter usuario del arte del afiche.
En Wilanow, localidad situada cerca de Varsovia, se encuentra el primer museo de afiches del mundo. Su colección cuenta con decenas de miles de afiches. El museo está abierto todo el año y periódicamente organiza exposiciones consagradas a variados temas. Asimismo tienen lugar en Polonia eventos de significativo alcance y participación, como la Bienal Internacional del Afiche, en Varsovia, y la Bienal Internacional de Arte Gráfico, en Cracovia.

Autor anónimo

Texto del folleto de la exposición Afiche cultural polaco.
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