Cuando en 1956 Rafael Squirru fundaba el Museo de Arte Moderno, no creaba una institución más sino que marcaba un hecho histórico que revolucionó el quehacer artístico de la Argentina.
Los que tuvimos la fortuna de estar a su lado desde el comienzo, supimos que esta quimera, que esta locura tenía un largo camino que recorrer; camino que tenía que sortear barreras, derribar murallas para que nuestros artistas tuvieran una institución que los respaldara con prestigio y nivel internacional.
No estábamos equivocados y así lo demostraron los éxitos en las Bienales de San Pablo, Venecia, la Beca Guggenheim, exposiciones internacionales en América, Europa y Oriente.
También comenzaba a tomar forma una nueva idea en la museología argentina: se dejaba de lado el viejo concepto de museo, ya que la expresión Museo de Arte Moderno designa una realidad compleja, peculiar de nuestro tiempo, dado que moderno-arte-museo tienen otra dimensión de lo que supone su empleo en el lenguaje corriente.
La palabra museo, usada comúnmente, es la que menos corresponde al Museo de Arte Moderno. Porque supone casi un contrasentido respondiendo a su identidad original se aparta de toda convención conceptual y propone, en cambio, una actitud viva, dinámica, abierta a toda nueva expresión artística, donde el público asistente pasa de ser un espectador pasivo de obras definitivas a participar activamente en los procesos creativos, sumándose a su experiencia, ya que consideramos que debemos evitar sumergir al espectador en tediosos laboratorios.
El Museo de Arte Moderno promueve actualidad, para ello proporciona los medios a fin que la sociedad tome conciencia de su época, tarea que no puede ser condicionada por un calendario de exposiciones o una colección de cuadros o esculturas y que no se agota en el descubrimiento de lo inédito. El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires es una Institución que comulga con la vida en el proceso mismo de su gestación.
Hoy con 33 años de existencia y fieles a los postulados de su concepción, podemos afirmar que están intactas nuestras ilusiones, fortalecidos nuestros ideales para comenzar esta etapa en la nueva sede, concientes de que Buenos Aires merece una institución acorde con las inquietudes culturales de la población.
Sabemos que la tarea no es fácil, pero trabajamos seguros de que prevalecerán la unidad de criterio, el espíritu de colaboración y el trabajo en común para alcanzar un éxito pleno; ya que estos ideales coinciden con la política cultural de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, compartidos por la Asociación de Amigos del Museo de Arte Moderno, que han sumados sus esfuerzos bridando apoyo espiritual y económico que tarea de esta índole exigen.
Prof. Roberto Del Villano
Director
Museo de Arte Moderno
Texto del catálogo de la exposición Exposición inaugural nueva sede del Museo.